El 43% de la población europea utiliza Google como su primera fuente de información sobre su salud. Es un resultado del estudio Global views on healthcare in 2018. Es una tendencia que sigue al alza. Una realidad que no puedes seguir ignorando.
Si todavía no has iniciado el proceso de digitalizar tu presencia online, es probable que te esté afectando alguno de los 5 obstáculos más comunes que frenan a los médicos con consulta privada en España a la hora de iniciar una transformación digital de su negocio.
Pero el tiempo sigue contando. No se detiene para nadie. Y tu competencia puede que esté moviendo ficha mientras tú todavía te lo estás pensando.
Hoy vengo a incomodarte. A removerte por dentro. Porque si no tomas conciencia de lo que se te viene encima, vas a afectar seriamente a tu negocio. No ocurrirá hoy. Y puede que tampoco mañana. Pero pasará antes de que des cuenta y para entonces tendrás que conformarte con las migajas de un pastel que cada vez está más repartido.
Quiero que seas consciente de lo que te puede ocurrir dentro de 3 años si no empiezas a trabajar hoy mismo en la transformación digital de tu consulta.
¿A qué me refiero con transformación digital? No hablo de tener una Fan Page en Facebook. No hablo de abrirte un blog o una cuenta de Twitter donde das consejos gratuitos a todo el que te pregunta por su salud. Hablo de tener un canal online para captar pacientes que te permita facturar de forma predecible y te permita escalar si es lo que quieres. Porque si hay algo que está claro, es que con la revolución que se avecina, el boca a boca se va a globalizar. Y lo va a hacer más allá de tu barrio. Va a ocurrir en la red. Con o sin ti.
¿Qué descubrirás hoy?
6 escenarios probables para una consulta sin transformación digital
Esta es una lista (no exhaustiva) de las consecuencias a 3 años vista que puede que experimentes en tu consulta si sigues dejando para mañana la transformación digital de tu negocio:
1. Vivir con incertidumbre
La incertidumbre de no saber si la próxima semana tendrás gente esperando en la sala de tu consulta. Al no tener un sistema predecible de captación de pacientes, vas a estar expuesto a la principal causa que mantiene despierto por las noches a los profesionales de la salud con una consulta privada: acostarte sin saber si mañana acudirá un paciente a tu consulta.
2. Rendir pleitesía a las aseguradoras
Puede que ellas sean el único canal con el que has pensado trabajar para garantizarte un flujo de pacientes mes a mes. Pero, ¿a qué precio? Cada año, estos gigantes intermediarios de la salud van a endurecer más y más sus condiciones, abaratando tus servicios y escatimando en coberturas. Son actores que llevan la sartén por el mango porque saben que las necesitas para tener pacientes. Y como abusones de patio de colegio, seguirán apretándote las tuercas sobre cuánto, cuándo y cómo te va a pagar por cada paciente que atiendas.
3. Convertir tu consulta en una commodity
En otras palabras: tirar tus precios. Entrar en una guerra de precios contra las Dorsia y Vitaldent de tu especialidad con un pulmón financiero y un volumen de negocio que les permite renunciar a buena parte del margen de beneficio. Una guerra donde todos salís perdiendo: tus pacientes, que reciben una peor atención asistencial porque te ves obligado a reducir la calidad de tus servicios para ser competitivo; y tú que ves cómo cada día echas más horas al tiempo que pierdes rentabilidad.
4. Dar soluciones para todos los bolsillos
O lo que es lo mismo: tener una cartera de servicios más amplia que la carta de un restaurante chino. Para mantener el ritmo que imponen los grandes te verás abocado a redefinir tus tarifas una y otra vez. Unas para los pacientes de toda la vida. Otras para los que entren por aseguradoras. Otras para los nuevos pacientes… Un caos administrativo que te dificultará todavía más cualquier posibilidad que albergues de escalar tu consulta centrándote en los servicios más rentables.
5. Transformarte en un jornalero de la salud
Porque si no eres capaz de cambiar tu forma actual de gestionar tu consulta, la única forma de escalar tu facturación es clonarte o echarle más horas y trabajar de sol a sol para atender cuantos más pacientes mejor.
6. Perder tu estatus quo día tras día
Mientras ves cómo tus pacientes acaban yéndose a otras soluciones de salud (tu competencia) peores que la tuya sin que puedas hacer nada por evitarlo y mientras te preguntas “¿Pero qué es lo que he hecho yo mal?”
Ignorarlo no es la solución
En ocasiones me encuentro con sanitarios que afirman desafiantes que en sus especialidades eso no va a ocurrir o que pueden aguantar como están hasta la jubilación.
Viven cegados por un sesgo cognitivo. La realidad es que este razonamiento responde a nuestra percepción de cómo avanza el progreso a lo largo del tiempo. Olvidan que la evolución tecnológica avanza a un ritmo exponencial y ellos miran al futuro con una visión lineal y humana.
Hoy mismo hay compañeros de tu especialidad que ya están despertando de su letargo. Que ya están poniéndose manos a la obra en la (prioritaria) tarea de digitalizar su consulta ante los tiempos interesantes que se nos avecinan. Puede que alguno se esté dando cuenta gracias este artículo. ¿Vas a estar tú entre ellos?
Fotografía de Martha Dominguez de Gouveia (Unsplash)
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