Me encantan los vagos.
De hecho, procuro rodearme de ellos y aprender lo más posible de cómo hacen las cosas.
Porque aplican la ley del mínimo esfuerzo. Y lo hacen bien. Ya sabes, hacer menos y obtener más resultados.
Si lo piensas, las grandes innovaciones de la civilización han permitido que, haciendo mucho menos, podamos obtener más. Y quienes han desarrollado esos avances, tecnologías, técnicas, desarrollos… han sido vagos que perseguían la ley del mínimo esfuerzo.
Básicamente, si algo te hace la vida más fácil, lo ha inventado un vago que quería obtener más resultados haciendo menos.
La gente que nos hiperespecializamos en algo somos vagos. Nos dedicamos a dominar un aspecto muy concreto hasta hacerlo parecer fácil y sencillo.
Como cuando ves a cámara lenta a Rafa Nadal hacer un punto imposible y dices: «Qué fácil lo hace».
O un cirujano que ha pulido tanto su técnica que es capaz de hacer una intervención compleja no solo más rápido, sino mejor que otros.
Ahí, de nuevo, actúas de acuerdo a la ley del mínimo esfuerzo. Te centras en aquello que te encanta, que puedes echarle horas y horas sin cansarte, porque te apasiona, y que dominas (o acabarás dominando) más que la mayoría.
Los vagos son apasionados.
Y apenas sienten resistencia cuando trabajan en lo que les apasiona.
Cuando busco un especialista en algo, para que haga algo que no domino o bien para formarme con él, es requisito fundamental que sea capaz de obtener más haciendo menos.
Si simplifica mi vida, lo contrato. Si me la complica, sigo buscando.
Para los que entienden el valor de rodearse de personas vagas y apasionadas que te simplifican la vida, tengo esto:
>> Lista de espera de servicios con Javi Vicente
La vida no sé, pero sí que puedo simplificar tu forma de conseguir más pacientes privados por la red a base de textos que se leen y consiguen que pidan cita contigo.
Javi «haz menos y obtén más» Vicente.
De hecho, procuro rodearme de ellos y aprender lo más posible de cómo hacen las cosas.
Porque aplican la ley del mínimo esfuerzo. Y lo hacen bien. Ya sabes, hacer menos y obtener más resultados.
Si lo piensas, las grandes innovaciones de la civilización han permitido que, haciendo mucho menos, podamos obtener más. Y quienes han desarrollado esos avances, tecnologías, técnicas, desarrollos… han sido vagos que perseguían la ley del mínimo esfuerzo.
Básicamente, si algo te hace la vida más fácil, lo ha inventado un vago que quería obtener más resultados haciendo menos.
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Como cuando ves a cámara lenta a Rafa Nadal hacer un punto imposible y dices: «Qué fácil lo hace».
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Los vagos son apasionados.
Y apenas sienten resistencia cuando trabajan en lo que les apasiona.
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